¡No me he ido del todo!

¡Buenas!

Quizás habéis notado -o quizás no- que estoy muy poco activa estos días. Se que alguno me habrá echado de menos, otros de más y la gran mayoría no sabe que existo -aún-. Pero mis dedos echan de menos el sonido del teclado cuando me paso por aquí a aburriros con mis cosas. Mi ausencia se debe a que ando en época de exámenes y ya sabéis, tengo el tiempo justo para comer y respirar con suerte. Aún así al final de esta semana prometo sacar tiempo para traer nuevas entradas y que así no os olvidéis de mi. Esta ausencia durará poco y ¡espero volver con muchos aprobados!

Mich.

Bum.

He escrito y borrado esta entrada varias veces. La primera vez era mi yo cabreada la que escribía: insultos y frases feas a montones. La segunda era mi yo decepcionada:¿cómo alguien por el que has dado tanto puede tratarte tan mal?. Pero después de una buena taza de café y buena compañía, te habla mi yo más sabia, por lo que no vas a encontrar palabras malsonantes ni lamentaciones sin sentido.
Esto va para ti. Si, tú que tomaste decisiones egoístas y te negaste a asumir responsabilidades. Tú que hiciste daño sin miramientos y después exigiste demasiado. Tú, que ya no eres parte de mi vida.
Te lo subrayo, porque creo que no ha quedado claro, dado que a pesar de haberme apartado de tu camino sigues intentando tirar piedras al mío. Pero aquí sigo. Cada piedra que lances la esquivaré. Cada palabra que arrojes la olvidaré. Porque son las peores experiencias las que te hacen quien eres. Y porque sólo quién no tiene una vida plena pierde el tiempo en las vidas ajenas.

Feliz 2015 lejos, pero que muy lejos.

Mich.

¡Sigo aquí!

¡Saludos!

Lo primero,desearos felices fiestas, que bailéis mucho, recibáis y deis muchos regalos y os hartéis a dulces.
Debido a mis exámenes finales no he podido escribir mucho, pero aquí estoy no penséis que os vais a librar de mi. Así que lo dicho, a pasarlo bien lectorcillos!

Mich.

Brindemos.

Diciembre. December. Décembre. 12月. Da igual cómo lo digas, este mes es en el que quieras o no quieras reflexionas -algunos, quizás por primera vez en todo el año-. Da igual que la Navidad te parezca un invento de los centros comerciales para vender pijamas y calcetines horteras a montones. O la época preferida de los gimnasios, que esperan ansiosos que el uno de Enero te des cuenta de que por muchos abrigos que te pongas los polvorones ya no los disimula ni el photoshop. O alomejor eres de los que prodigan paz y amor en estas fiestas. (A mi personalmente me gustan los colorines, los regalos y los dulces, por lo que qué más da quién la inventara) Eso da igual. Terminas un año y eso te hace hacer balance, aunque te arriesgues a que salga negativo. 

A diferencia del 2013, este año ha sido la calma tras la tempestad. Ha sido un año donde el dolor por haber perdido ha pasado a ser la felicidad por ganar. Y es que no nos damos cuenta que a veces menos es más. Porque queridos míos, tenemos la mala costumbre de aferrarnos a personas que sólo acaban hundiéndonos sin remedio. Pero esta vez escribo esto para darle las gracias a esas personas. Es curioso como los que más daño nos hacen, son los causantes de que seamos lo que somos. Ironías de la vida. 

Por eso, si alguna persona ha causado un hueco en vuestra vida, deciros que siempre llega el momento de llenarlo. Y así nace un nuevo vosotros, mejor y más fuerte. 

Brindemos,

Mich.

Come back.

Empecé en esto de los blogs a la tierna edad de quince años ('la niña bonita', se nota qué quién dijo eso no ha visto una foto mía en pleno frenesí hormonal). Pero por aquél entonces me duraba poco el interés hacia cualquier cosa.
 Hace unos cuantos largos años abrí un blog, escribí unas pocas entradas, y hoy al leerlas me ha entrado esa nostalgia típica de días de lluvia y manta. Y me he dicho, oye ¿por qué no? Hay que volver a casa por navidad. Por lo que aquí estoy, un poco más vieja pero sin mucha idea de nada igual que antes. O quizás sabiendo un poco menos incluso, que se yo. 

No se que tipo de blog será este, sólo escribiré lo que salga. Después de todo, esto es como los niños, si te sale feo siempre puedes decir que es 'gracioso'.

Nos leemos,

Mich.